📅 Mensaje del Día – 07 de octubre 2025
🌿 Tema: Dios siempre escucha
Le pido a Dios que hoy tu corazón descanse en la certeza de que no hay oración que Él deje pasar por alto. Amén.
Hay momentos en la vida donde sentimos que hablamos al aire. Oramos, pedimos, lloramos, pero parece que nada sucede. Esa sensación de silencio puede convertirse en una carga que pesa en el alma y nos hace dudar si realmente Dios escucha.
En esas temporadas, la espera se vuelve dura y la mente se llena de preguntas: “¿Será que Dios me olvidó? ¿Será que no soy digno de una respuesta?”. El corazón tiembla porque el silencio duele más que la respuesta misma.
Sin embargo, la Biblia nos recuerda que el silencio de Dios no es ausencia. Él sigue presente, incluso cuando parece callar. A veces está trabajando en lo invisible, preparando un camino que nuestros ojos aún no pueden ver.
📖 Historia
Leí la historia de una madre que llevaba años orando por su hijo rebelde. Cada noche doblaba sus rodillas, a veces con lágrimas, a veces con apenas fuerzas para pronunciar palabras. Pasaron años sin ver cambios, pero ella nunca dejó de clamar. Un día, cuando menos lo esperaba, su hijo tocó la puerta de la casa con la Biblia en la mano y el corazón rendido a Cristo. Él confesó que cada oración había sido como un eco que lo seguía a todas partes, hasta que no pudo resistir más. Esa madre entendió que Dios había escuchado cada clamor desde el primer día.
📖 Versículos a meditar
“Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.” (1 Juan 5:14, NVI)
“El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan de verdad.” (Salmo 145:18, NVI)
✨ REFLEXIÓN
La oración no es un ritual vacío, es un encuentro real con el Dios vivo. Cada palabra que pronuncias, incluso los suspiros que no logras convertir en frases, suben al cielo y llegan al corazón del Padre. Aunque no veas cambios inmediatos, Dios ya está en acción desde el momento en que clamas.
Muchas veces confundimos la falta de respuesta con desinterés, pero Dios no se desentiende jamás de sus hijos. Él escucha hasta lo más profundo de tu alma, incluso aquello que no sabes expresar. Cuando sientas que no pasa nada, recuerda que la fe se fortalece precisamente en la espera.
La Escritura nos enseña que la oración tiene un tiempo divino. Algunas peticiones se contestan rápido, otras requieren procesos, y algunas son respondidas con un “no” porque el Padre sabe lo que realmente necesitamos. En todas esas formas de respuesta, lo que permanece inmutable es que Él nos oye.
Jesús mismo oró en Getsemaní con gran angustia, y aunque el Padre no le evitó la cruz, sí lo fortaleció para enfrentarla. Esto nos recuerda que Dios escucha y responde no siempre quitando la carga, sino dándote la fuerza para llevarla. Esa es la grandeza de nuestro Dios: nunca nos abandona.
📝 Aplicación diaria
- Haz una lista de oraciones que llevas tiempo presentando a Dios y vuelve a entregárselas hoy con confianza.
- Tómate 5 minutos de silencio, sin pedir nada, solo reconociendo que Dios está allí y te escucha.
- Comparte con alguien un testimonio de oración contestada en tu vida, para fortalecer su fe.
- Ora hoy por otra persona en necesidad, aunque no te lo haya pedido. Sé intercesor como Cristo lo es por ti.
- Al final del día, agradece no solo lo que recibiste, sino también lo que aún esperas, confiando en el tiempo perfecto de Dios.
Ps. Eudomar Rivera