fbpx

Confianza en medio del temor

📅 28 de octubre — *Confianza en medio del temor* 🙏

Le pido a Dios que hoy te recuerde que no estás solo, aun cuando el miedo te visite.

Hay momentos en la vida en que el miedo parece más grande que la fe. Un diagnóstico inesperado, una mala noticia, una puerta que se cierra o una amenaza que no vimos venir. En esos momentos, nuestro corazón tiembla y la mente corre buscando salidas que no encuentra. Pero incluso allí, Dios sigue presente.

El temor no siempre se vence con valentía inmediata; muchas veces, con dependencia. Cuando la voz del miedo te dice “no puedes”, la voz de Dios susurra “no estás solo”. Y esa diferencia cambia todo. Porque la verdadera confianza no consiste en no temer, sino en saber a quién acudir cuando el temor llega.

David conoció ese tipo de miedo. Perseguido, escondido, sintiendo que la vida se le escapaba, encontró una forma de resistir: no negando su miedo, sino entregándolo a Dios.

📖 Historia

Leí una vez sobre una joven enfermera misionera que trabajaba en una zona de guerra. Cada noche oía los disparos cerca del hospital y temía por su vida. Un día escribió en su diario: “Hoy comprendí que mi fe no elimina el miedo, pero me brinda refugio dentro de él”. En vez de huir, decidió permanecer. Cada mañana, antes de salir de su tienda, oraba: “Señor, no te pido que quites mi miedo, sino que me recuerdes que tú estás conmigo”.

Pasaron meses difíciles, pero nunca dejó de servir. Años después, al regresar a su país, dijo algo que marcó a muchos: “Aprendí que confiar en Dios no significa ausencia de miedo, sino presencia de propósito en medio del miedo”.

📜 Versículos a meditar

“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo.” — Salmo 56:3–4 (NVI)

“El día que temo, en ti confío.” — Salmo 56:3 (NVI)

💭 REFLEXIÓN

David no oculta su miedo; lo confiesa. Y precisamente allí, en su vulnerabilidad, encuentra fortaleza. El secreto de este salmo no está en la ausencia del temor, sino en la decisión de confiar a pesar de él. Cada vez que el miedo aparece, David responde con adoración. En vez de alimentar sus pensamientos con ansiedad, los llena con la Palabra de Dios.

En nuestra vida, muchas veces el temor se disfraza de prudencia, pero en el fondo nos paraliza. Nos hace dudar del amor de Dios, del futuro, o de nuestra capacidad. Pero el Señor no te pide que niegues el miedo, sino que lo lleves a sus pies. Cuando lo haces, el miedo pierde su poder porque ya no dirige tus pasos: lo hace la fe.

Confiar en Dios es un acto de entrega. No siempre veremos el resultado inmediato, pero siempre veremos Su fidelidad. David lo descubrió mientras huía; tú puedes descubrirlo mientras esperas. La verdadera confianza no elimina las tormentas, pero te da paz en medio de ellas.

Cuando temes, no estás fallando; estás siendo humano. Lo que determina el rumbo no es el miedo, sino lo que haces con él. Y cuando eliges confiar, el miedo se convierte en el escenario donde Dios muestra su poder.

🌅 Aplicación diaria

  1. Reconoce tus miedos ante Dios. No los ocultes ni los disimules; preséntalos con sinceridad.
  2. Ora cada mañana diciendo: “Señor, el día que temo, en ti confío”. Repite este versículo hasta que tu corazón lo crea.
  3. Recuerda cómo Dios te ha sostenido en el pasado. La memoria de su fidelidad alimenta la confianza.
  4. Habla con alguien de fe cuando el temor te abrume. Dios usa las palabras de otros para recordarte su verdad.
  5. Convierte tu miedo en adoración. Canta, lee los Salmos y deja que la alabanza venza la angustia.

Ps. Eudomar Rivera

Compartelo:
Translate »
FHC Chatea ahora