📅 Mensaje del Día – 3 de octubre de 2025
Tema: Cuando Cristo es tu tesoro 💛👑
Le pido a Dios que hoy oriente tu corazón hacia lo eterno y te regale libertad frente a todo lo que compite con Su lugar en tu vida. Oro en el nombre de Jesús. Amén.
💬 Introducción
Vivimos rodeados de vitrinas: anuncios, metas, comparaciones. Sin darnos cuenta, el corazón empieza a medir su valor por lo que tiene, por lo que logra o por lo que otros aplauden.
Y cuando eso ocurre, la paz se vuelve frágil, porque depende de cosas que cambian.
Jesús nos invita a invertir diferente: a poner primero lo que no se oxida, lo que no se roba, lo que no se agota.
Cuando el centro es Cristo, el resto encuentra su lugar. No se trata de despreciar lo material, sino de no dejar que nos gobierne.
🪷 Historia central
Zaqueo era un recaudador de impuestos en Jericó. Tenía dinero, influencia y una reputación manchada por la corrupción del sistema.
La ciudad lo conocía por lo que cobraba, no por quién era. Sin embargo, un día escuchó que Jesús pasaría por allí.
Impulsado por una mezcla de curiosidad y hambre interior, corrió y se subió a un sicómoro para verlo.
Nadie esperaba que Jesús se detuviera justo debajo del árbol, levantara la mirada y dijera: “Zaqueo, baja en seguida. Tengo que quedarme hoy en tu casa”.
En la mesa de su propia casa, frente a ese amor inmerecido, Zaqueo se levantó y dijo: “Señor, ahora doy la mitad de mis bienes a los pobres; y si a alguien he defraudado, le devolveré cuatro veces más”.
No fue un discurso; fue una rendición. Jesús respondió: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
Cuando Cristo se volvió su tesoro, el dinero dejó de ser su dueño. La avaricia se convirtió en generosidad; la culpa, en restitución; la soledad, en comunión.
📖 Versículos para meditar
Mateo 6:21 (NVI):
“Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
1 Timoteo 6:6-7 (NVI):
“Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero solo si uno está satisfecho con lo que tiene, porque nada trajimos a este mundo, y nada podremos llevarnos.”
🔍 REFLEXION
Primeramente, Jesús revela que el corazón sigue al tesoro. No es solo una idea: lo que más valoramos termina guiando decisiones, emociones y prioridades.
Si el tesoro es frágil, viviremos inquietos; si el tesoro es Cristo, nace una estabilidad que no depende del clima externo.
En segundo lugar, cuando el centro es Cristo, la ansiedad financiera pierde voz. 1 Timoteo 6 nos recuerda el arte del “estar satisfecho”.
Esto no es conformismo; es libertad interior. Las comparaciones disminuyen, el apuro se calma y la mente descansa porque ya no necesita exhibir logros para sentirse segura.
Tercero, el encuentro real con Jesús produce frutos visibles. Zaqueo no solo se emocionó: cambió su relación con el dinero y con las personas a las que había herido.
La fe genuina transforma hábitos, repara puentes y convierte la acumulación en generosidad.
Cuando Dios ocupa el primer lugar, la billetera deja de ser trono y se vuelve herramienta.
Por último, poner a Cristo como tesoro reordena la identidad. Ya no vivimos para impresionar a nadie; vivimos para responder al amor que nos llamó por nombre.
Esa certeza sana el vacío que dejan la comparación social y las expectativas ajenas. El corazón aprende a decir: “Tengo a Cristo… y con Él, lo tengo todo”.
✅ Aplicación diaria
- Ora con honestidad: dile al Señor qué “tesoros” compiten con Su lugar en tu vida.
- Un gesto de restitución o generosidad: si debes algo, devuélvelo; si puedes ayudar, hazlo hoy mismo.
- Declara Mateo 6:21: repítelo en voz baja cuando aparezcan la prisa o la comparación.
- Ordena tu agenda: aparta un tiempo breve diario para Palabra y oración antes de iniciar actividades.
- Practica contentamiento: escribe tres regalos de Dios que no se compran con dinero y agradécele por ellos.
Ps. Eudomar Rivera