📅 Mensaje del Día – 22 de septiembre de 2025
Tema: Cuando parece que las fuerzas se acaban 💔🔥
Le pido a Dios que hoy, si sientes que tus fuerzas se desvanecen, Él mismo te levante y te recuerde que nunca estás luchando solo.
Oro en el nombre de Jesús. Amén.
💬 Introducción
Todos hemos llegado al límite: noches en que el cansancio pesa más que la esperanza, días en que lo que antes nos sostenía ya no alcanza.
En esos momentos, la tentación es rendirse, dejar de intentarlo. Pero la Biblia nos recuerda que la fuerza que importa no nace de nosotros,
sino del Dios que habita en nosotros.
🪷 Historia central (bíblica)
El profeta Elías había enfrentado a los profetas de Baal en el monte Carmelo. Vio descender fuego del cielo, un milagro tan grande que cualquiera
pensaría que lo llenaría de valor para siempre. Pero después de esa victoria vino el agotamiento. Jezabel lo amenazó de muerte, y Elías corrió al
desierto. Bajo un arbusto de retama, se desplomó y oró: “¡Basta ya, Señor, quítame la vida!” (1 Reyes 19:4).
El hombre que había sido instrumento de poder ahora estaba derrotado y vacío. Pero Dios no lo abandonó. Un ángel lo tocó y le dijo:
“Levántate y come”. Junto a su cabeza había pan recién horneado y agua fresca. Elías comió, volvió a dormirse, y el ángel regresó con el mismo
mensaje: “Levántate y come, porque largo camino te resta”. Con esa comida, Elías caminó cuarenta días hasta el monte de Dios, donde su fe fue
renovada.
📖 Versículos para meditar
Isaías 40:29 (NVI):
“Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.”
2 Corintios 12:9 (NVI):
“Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.”
🔍 Análisis
Elías nos recuerda que incluso los más valientes se quiebran, y esa es la primera verdad: Dios no desprecia nuestra fragilidad.
El cansancio no es señal de poca fe; es parte de ser humano. Nombrarlo delante de Dios abre espacio para que su consuelo entre donde el orgullo no deja.
En segundo lugar, Dios responde al agotamiento con provisión, no con reproche. Elías esperaba juicio y recibió pan y agua.
Así obra el Señor: cuando el alma dice “no puedo más”, Él no llega con acusaciones, sino con sustento. Antes de grandes respuestas, te da fuerza para
el siguiente paso.
Tercero, las fuerzas nuevas suelen llegar en porciones diarias. Elías no recibió todo el mapa, sino el alimento justo para seguir
caminando. Nuestra ansiedad pide garantías; la fe aprende a vivir de la gracia suficiente de hoy. Ahí, lo pequeño —un descanso, una palabra, un abrazo—
se vuelve combustible del cielo.
Finalmente, la debilidad es el escenario donde resplandece la fortaleza de Cristo. Pablo entendió que su “aguijón” no fue quitado
porque en ese límite se manifestó un poder que no dependía de su rendimiento. Lo mismo contigo: donde sientes quiebre, Dios planta su victoria; donde
no alcanzas, Él sostiene y guía.
✅ Aplicación diaria
- Reconoce tu límite: ora con honestidad y dile al Señor dónde te sientes sin fuerza.
- Recibe lo sencillo: toma una pausa real hoy (comida tranquila, respiración lenta, breve caminata) como “pan y agua” de Dios.
- Ancla tu mente: repite en voz alta Isaías 40:29 al iniciar tu día.
- Cuenta la provisión: anota una señal reciente de cuidado de Dios y agradécela.
- Busca sostén: si la carga te supera, pide acompañamiento pastoral o consejería; Dios también levanta a través de personas sabias.
Ps. Eudomar Rivera
