fbpx

El Señor es mi pastor

 

📅 30 de octubre — El Señor es mi pastor 🕊️

Le pido a Dios que hoy sientas Su guía en cada paso y Su cuidado en cada detalle de tu vida.

Hay días en los que la vida parece un campo abierto lleno de incertidumbre. Caminamos, pero no siempre sabemos hacia dónde. Intentamos mantener la calma, pero el miedo a equivocarnos o a quedar solos nos inquieta. En esos días, necesitamos recordar que no somos ovejas perdidas, sino hijos guiados por un Pastor amoroso que nunca se aleja.

Cuando todo parece fuera de control, cuando las fuerzas se agotan o cuando los planes se desmoronan, el alma necesita un refugio. No en un lugar físico, sino en una voz que diga: “Estoy contigo”. Esa voz pertenece al Buen Pastor. Él no solo cuida del rebaño, sino que conoce a cada oveja por su nombre y sabe exactamente lo que necesita.

Caminar con Dios no siempre es fácil, pero siempre es seguro. Su dirección puede llevarnos por valles oscuros o por montañas empinadas, pero Su propósito es llevarnos a verdes pastos donde el alma descansa. Donde el ruido del mundo se apaga y la paz vuelve a florecer.

📖 Historia

Conocí a un hombre que había perdido su trabajo, su casa y parte de su salud. Durante meses vivió en su auto, sobreviviendo con lo poco que encontraba. Una noche, mientras la lluvia golpeaba el techo del vehículo, abrió su Biblia al Salmo 23. Leyó en voz baja: “El Señor es mi pastor, nada me falta”. Esa frase se convirtió en su abrigo en medio del frío. Dijo que, por primera vez, entendió que Dios no le había abandonado; simplemente lo estaba guiando por un camino distinto.

Pasaron los años y aquel hombre reconstruyó su vida. Cuando le pregunté qué había aprendido, respondió: “Antes creía que Dios era mi proveedor; ahora sé que Él también es mi pastor. No siempre me dio lo que quería, pero nunca me faltó lo que necesitaba”.

📜 Versículos a meditar

“El Señor es mi pastor, nada me falta.” — Salmo 23:1 (NVI)

“Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.” — Salmo 23:4 (NVI)

💭 REFLEXIÓN

El Salmo 23 es más que poesía antigua; es una declaración de confianza. Nos recuerda que la seguridad no está en lo que tenemos, sino en quien camina con nosotros. David no escribió este salmo desde la comodidad, sino desde la experiencia de haber sido pastoreado por Dios en medio del peligro y la soledad.

Decir “nada me falta” no significa que todo esté perfecto, sino que Dios suple lo esencial: Su presencia. Hay días en que el alma necesita más consuelo que respuestas, más dirección que explicaciones. Y en esos días, el Pastor guía con ternura y firmeza, recordándonos que la provisión de Dios no siempre se mide en cosas, sino en paz.

Cuando caminamos por valles oscuros, es fácil creer que el silencio de Dios es ausencia. Pero no es así. En el silencio, Él observa, sostiene y prepara. La vara que corrige también defiende, y el cayado que guía también consuela. Su cuidado no es pasivo: es constante, paciente y fiel.

El Señor no solo conduce; también restaura. Cuando el alma está cansada, Él la hace descansar. Cuando el corazón se rompe, Él unge con aceite de esperanza. Y cuando el temor invade, su voz apacible nos recuerda: “No temas, estoy contigo”.

🌿 Aplicación diaria

  1. Haz una pausa hoy para agradecerle a Dios por Su cuidado, incluso en las áreas donde no entiendes Su plan.
  2. Ora con confianza, entregando tus decisiones al Pastor que nunca se equivoca.
  3. Cuando sientas ansiedad o temor, repite en voz alta: “El Señor es mi pastor, nada me falta”.
  4. Ayuda a alguien que esté pasando por necesidades; a veces tú puedes ser la respuesta de Dios para otro.
  5. Esta noche, antes de dormir, lee en voz baja el Salmo 23 y deja que sus palabras calmen tu alma.

Ps. Eudomar Rivera

«`

Compartelo:
Translate »
FHC Chatea ahora