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La paz que el mundo no puede dar (con Audio)

📅 Mensaje del Día – 4 de octubre de 2025

Tema: La paz que el mundo no puede dar 🕊️🌍

Hoy le pido a Dios que llene tu corazón con esa paz que no depende de circunstancias, sino de Su presencia. Oro en el nombre de Jesús. Amén.

💬 Introducción

Todos anhelamos paz. La buscamos en las relaciones, en la estabilidad económica, en los logros o incluso en un momento de silencio.
Pero esas formas de paz suelen ser temporales: cambian cuando cambian las circunstancias.

Jesús ofrece algo distinto: una paz que permanece incluso en medio de la tormenta. Una paz que no es ausencia de problemas, sino presencia de Dios en medio de ellos.

🪷 Historia central

En Marcos 4, los discípulos viajaban en una barca cuando una tormenta feroz azotó el lago.
Las olas eran tan grandes que la barca se llenaba de agua, y los discípulos, muchos de ellos pescadores expertos, pensaron que morirían.
Jesús, mientras tanto, dormía en la popa.

Desesperados lo despertaron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”. Jesús se levantó, reprendió al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cálmate!”.
Entonces todo quedó completamente tranquilo.
Pero la enseñanza más profunda no fue que calmó el mar externo, sino que mostró que Su presencia siempre es más poderosa que el caos.
La tormenta obedeció, pero también el corazón de los discípulos aprendió dónde encontrar verdadera paz.

📖 Versículos para meditar

Juan 14:27 (NVI):
“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.”

Filipenses 4:7 (NVI):
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

🔍 REFLEXION

Primero, la paz que Jesús ofrece no es frágil ni pasajera, porque no depende de lo externo, sino de lo eterno.
Juan 14:27 lo afirma con claridad: no se trata de la paz del mundo, limitada y condicional, sino de la paz de Cristo, constante e inquebrantable.

Segundo, esa paz es un guardián interno. Filipenses 4:7 nos enseña que no solo calma emociones, sino que cuida mente y corazón.
Es una defensa contra la ansiedad, contra los pensamientos que se aceleran y las emociones que nos agotan.

Tercero, el episodio en la barca muestra que la paz no es ausencia de tormenta, sino confianza en quién está contigo dentro de ella.
Jesús dormía, no porque fuera indiferente, sino porque estaba en control. Esa misma presencia nos recuerda que nada escapa de Su poder.

Cuarto, desde una perspectiva humana, el miedo en medio de la incertidumbre es natural. Pero cuando dejamos que Cristo sea el centro, ese miedo no dicta el rumbo.
Él transforma la ansiedad en serenidad y el pánico en confianza. Su paz es terapia para el alma cansada y brújula para el corazón confundido.

✅ Aplicación diaria

  1. Identifica tu tormenta actual: escríbela y preséntala a Jesús en oración.
  2. Declara Juan 14:27 en voz alta cada vez que la ansiedad intente gobernar tu mente.
  3. Tómate un tiempo de silencio: respira profundamente y recuerda que Cristo está en tu barca.
  4. Busca a alguien en tormenta: comparte con esa persona la promesa de la paz de Dios.
  5. Entrega lo que no puedes controlar: di con fe: “Señor, esto está en tus manos, no en las mías”.

Ps. Eudomar Rivera

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