📅 Mensaje del Día – 14 de septiembre de 2025
Tema: El sembrador y los terrenos del alma 🌾🧠
💬 Introducción
Jesús no solo habló de semillas. Habló de corazones. De cómo la Palabra puede ser sembrada… pero no siempre germina.
La parábola del sembrador no es sobre agricultura. Es sobre espiritualidad. Y cada uno de nosotros es un terreno.
🪷 Historia ilustrativa
Un sembrador salió a sembrar. No tenía drones, ni maquinaria. Solo sus manos, su bolsa de semillas y su fe.
Mientras caminaba, lanzaba la semilla. Algunas cayeron en el camino: los pájaros las comieron. Otras en terreno pedregoso: brotaron rápido, pero se secaron. Algunas entre espinos: crecieron, pero fueron ahogadas.
Pero otras… cayeron en buena tierra. Y dieron fruto: treinta, sesenta, hasta cien veces más.
Jesús explicó que la semilla es la Palabra. Y los terrenos… somos nosotros.
El camino representa el corazón distraído. Las piedras, el corazón superficial. Los espinos, el corazón dividido. Y la buena tierra… el corazón dispuesto.
El sembrador no cambió la semilla. Cambió el resultado… según el terreno.
📖 Versículos para meditar
Mateo 13:23 (NVI):
“Pero el que recibió la semilla en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Este sí produce una cosecha al ciento por uno.”
Jeremías 4:3 (NVI):
“Preparen su campo para la siembra, no siembren entre espinos.”
🔍 Reflexión
La semilla es la misma. El mensaje es el mismo. Pero el resultado depende del terreno. Y eso nos confronta: ¿cómo está nuestro corazón?
Mateo 13 nos muestra que el Reino no solo se escucha… se cultiva. No basta con oír. Hay que entender, retener y proteger.
Jeremías 4 nos llama a preparar el campo. Porque si no arrancamos los espinos, la semilla será ahogada. Si no quitamos las piedras, la raíz será débil. Si no protegemos el camino, los pájaros se llevarán lo sembrado.
Espiritualmente, muchos reciben la Palabra… pero no la retienen. La emoción inicial se desvanece. Las preocupaciones la ahogan. Las distracciones la roban.
Hoy, Dios no solo quiere sembrar en ti. Quiere que prepares tu terreno. Que limpies el alma. Que protejas lo sembrado. Porque el Reino no es solo semilla… es cosecha.
Y cuando tu corazón es buena tierra… el fruto no se detiene.
✅ Aplicación diaria
- Haz una oración de preparación: “Señor, limpia mi corazón para que tu Palabra dé fruto.”
- Lee Mateo 13: identifica qué tipo de terreno representa tu vida hoy.
- Arranca espinos: elimina una distracción o hábito que ahoga tu tiempo con Dios.
- Protege la semilla: memoriza un versículo esta semana y repítelo cada mañana.
- Comparte tu terreno: cuéntale a alguien cómo estás cultivando tu corazón para el Reino.
Ps. Eudomar Rivera
