📅 Mensaje del Día – 19 de septiembre de 2025
Tema: Dios siempre está obrando aunque no lo veas 🌱🕊️
Le pido a Dios que hoy, aunque no vea resultados inmediatos, usted reciba paz al saber que Él está obrando en lo invisible.
Oro en el nombre de Jesús. Amén.
💬 Introducción
Hay días en que oramos, esperamos, y no pasa nada. O al menos, eso parece. La vida sigue igual, los problemas no se resuelven, y el silencio de Dios se vuelve pesado. En esos momentos, es fácil pensar que Él no está haciendo nada. Pero la verdad es que Dios nunca está inactivo. Aunque no lo veamos, Él está obrando en lo profundo, en lo oculto, en lo que aún no entendemos.
La fe no consiste en ver resultados inmediatos, sino en confiar en el carácter de Dios. Él no trabaja según nuestro calendario, pero siempre trabaja según Su propósito. Y cuando parece que nada cambia, Él está cambiándonos a nosotros.
🪷 Historia
Era una mujer sencilla, de manos agrietadas por el trabajo y ojos cansados por tantas noches sin dormir. Se llamaba Marta, y vivía en un pueblo donde la esperanza parecía escasa. Su esposo había fallecido hacía tres años, y desde entonces, cada día era una lucha silenciosa por mantener a sus dos hijos alimentados, vestidos, y con fe. No pedía milagros. Solo pedía que Dios no la olvidara.
Cada mañana, antes de salir a limpiar casas, Marta se sentaba en la esquina de su cocina, donde la luz entraba apenas por una rendija. Allí abría su Biblia, la misma que había heredado de su abuela, con páginas desgastadas y subrayadas con lágrimas. Leía sin entender del todo, pero leía con hambre. “Señor, si estás obrando, aunque yo no lo vea… no me dejes soltar tu mano”, decía en voz baja.
Un día, mientras limpiaba una oficina, encontró una hoja arrugada en el suelo. Era un anuncio de becas para jóvenes con talento artístico. No pensó mucho en ello, pero lo guardó. Esa noche, mientras su hijo menor dibujaba en una libreta vieja, Marta le mostró el papel. “¿Y si lo intentas?”, le dijo. Él dudó, pero lo hizo. Enviaron el dibujo por correo, sin esperar respuesta.
Pasaron semanas. Nada. Marta volvió a su rutina, volvió a su rincón de oración, volvió a sus silencios. Pero un día, llegó una carta. Su hijo había sido seleccionado. No solo para la beca, sino para un programa completo que incluía mentoría, materiales, y una exposición en la ciudad. Marta lloró. No por el éxito, sino porque entendió que Dios había estado obrando todo el tiempo: en el papel arrugado, en el talento escondido, en su perseverancia silenciosa.
Lo que parecía una coincidencia era una confirmación. Dios no había estado ausente. Solo había estado trabajando en lo invisible.
📖 Versículos para meditar
“Así es el reino de Dios: como cuando un hombre echa semilla en la tierra. Ya sea que duerma o se levante, de día o de noche, la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo.” —Marcos 4:26–27 NVI
“El que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.” —Filipenses 1:6 NVI
🔍 Reflexión
Esta parábola y estas promesas nos enseñan cuatro verdades clave. Primero, Dios obra en lo invisible. Aunque no lo veamos, Él está activo en cada rincón de nuestra vida. Segundo, el crecimiento espiritual no siempre se siente, pero ocurre. Hay días en que no sentimos nada, pero la semilla sigue viva.
Tercero, el proceso de Dios es progresivo. No todo ocurre de golpe; hay etapas, y cada una tiene su propósito. Cuarto, la obra que Él comenzó en nosotros no quedará incompleta. Aunque haya pausas, silencios o retrocesos aparentes, Él es fiel para terminar lo que empezó.
Esto nos libera de la ansiedad por resultados inmediatos. En lo interior, nos enseña a confiar en que Dios está formando carácter, sanando heridas, y fortaleciendo nuestra fe. En lo social, nos recuerda que hay personas que están siendo transformadas, aunque aún no lo parezca. Dios está obrando en ellos, como en nosotros, y nuestra paciencia puede ser parte de Su obra.
✅ Aplicación diaria
- Recuerde una oración que ha hecho y aún no ha visto respuesta. Entréguela de nuevo con fe.
- Medite en Marcos 4:26–27 y Filipenses 1:6. Repítalos en voz alta.
- Identifique una área de su vida donde Dios podría estar obrando en silencio.
- Agradezca por lo que aún no ve, confiando en que Él está trabajando.
- Sea paciente con alguien que parece no cambiar: Dios también está sembrando allí.
Ps. Eudomar Rivera