Tema: Cuando no hay fuerza para seguir… 💧🕊️
Que la ternura de Dios te abrace justo en ese lugar donde nadie ve tu cansancio,
y que hoy encuentres descanso real,
no por haber resuelto todo,
sino por confiar en quien sí puede sostenerte cuando tú ya no puedes más.
—
Había un hombre que siempre fue el fuerte del grupo.
El que resolvía, el que ayudaba, el que decía: “Todo va a estar bien”,
aunque por dentro ya no lo estaba.
Sus hombros cargaban más de lo que confesaba.
Tenía miedo de ser una carga.
Pensaba que si se detenía, los demás se derrumbarían.
Una noche, después de llevar a su familia a casa,
se quedó solo en el carro, con el motor apagado…
y las lágrimas comenzaron a caer sin permiso.
No era tristeza.
Era agotamiento.
Era el peso de años sin pedir ayuda.
De sonrisas forzadas.
De noches sin dormir.
De tener que ser el fuerte… cuando ya no lo era.
En ese silencio, no hubo una voz audible,
pero sintió algo que no venía de él:
“Yo no te amo por lo que cargas. Te amo por quien eres.
Y estás permitido a descansar.”
—
📖 Isaías 40:29
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.”
📖 Mateo 11:28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
—
🔍 Reflexión
A veces no se trata de grandes tragedias,
sino de pequeños silencios acumulados.
Del peso que nadie ve, pero tú sí sientes… cada día.
Desde lo emocional, cargar con todo y no pedir ayuda no es fortaleza, es miedo.
Miedo a fallar, a decepcionar, a no ser suficiente.
Pero en esa carga silenciosa, algo se va rompiendo por dentro.
Y desde lo espiritual, Jesús nunca pidió que lo hicieras solo.
Él no mide tu valor por cuántos puedes sostener,
sino por cuán dispuesto estás a dejarte sostener por Él.
No necesitas seguir demostrando nada.
No necesitas resolverlo todo antes de descansar.
Dios no espera que llegues a Él con soluciones…
sino con tu verdad.
Y si hoy esa verdad es: “Estoy cansado”,
Él no te rechaza.
Te recibe.
Y empieza a devolverte la fuerza, no desde afuera…
sino desde lo más profundo de tu alma.
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✅ Aplicación para hoy:
1️⃣ Haz una pausa intencional de 10 minutos hoy. Respira, ora, y reconoce cómo te sientes realmente.
2️⃣ Escríbele a alguien en quien confíes y dile con sinceridad: “Hoy me siento agotado.” No tienes que cargar solo.
3️⃣ Lee en voz alta Mateo 11:28 como si Jesús te lo dijera personalmente. Luego, respóndele con tu oración.
4️⃣ Comparte este mensaje con alguien que siempre está fuerte para otros, pero que quizás necesita descansar también.
📜 Mutua caritas roborat animas
(“El amor mutuo fortalece las almas”)
—
Ps. Eudomar Rivera
📖 Para leer mis mensajes anteriores: https://freedomiglesiahispana.com/category/caminemos-juntos/
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