📅 Mensaje del Día – 4 de septiembre de 2025
Tema: El Titanic tenía todo… menos lo eterno 🚢❄️
💬 Introducción
El mundo nos enseña a construir vidas lujosas, seguras, admirables. Pero la historia nos recuerda que lo material, por más impresionante que sea, no resiste el peso de la eternidad.
El Reino de Dios no se mide por grandeza humana, sino por humildad espiritual.
🪷 Historia ilustrativa
En abril de 1912, el Titanic zarpó como el barco más lujoso jamás construido. Tenía salones de mármol, escaleras doradas, música en vivo, chefs franceses. Se decía: “Ni Dios puede hundir este barco”.
A bordo iban millonarios, artistas, políticos. Era una fiesta flotante, símbolo del orgullo humano.
Pero en la madrugada del 15 de abril, un iceberg invisible en la oscuridad rasgó su costado. En menos de tres horas, el “invencible” Titanic se hundió. Murieron más de 1,500 personas.
Las joyas, los trajes, los títulos… todo quedó en el fondo del océano.
En medio del caos, un grupo de creyentes se reunió en la cubierta. No corrían, no gritaban. Cantaban himnos. Sabían que lo eterno no se hunde. Uno de ellos, el pastor John Harper, entregó su chaleco salvavidas a otro y gritó: “¡Crean en el Señor Jesucristo y serán salvos!”. Murió en las aguas, pero su fe sigue viva.
📖 Versículos para meditar
1 Juan 2:17 (NVI):
“El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
Proverbios 16:18 (NVI):
“El orgullo precede a la destrucción; la arrogancia, al fracaso.”
🔍 Reflexión
El Titanic no se hundió solo por un iceberg. Se hundió por una mentalidad: “Nada puede tocarnos”. Esa arrogancia es la misma que nos hace pensar que no necesitamos a Dios.
Pero la vida tiene icebergs invisibles: una llamada inesperada, una pérdida, una crisis. Y cuando chocamos… lo material no salva.
La Biblia nos advierte: “El mundo se acaba… pero el que hace la voluntad de Dios permanece”. El Reino no se construye con acero ni oro, sino con fe, humildad y obediencia.
El pastor Harper no tenía riquezas, pero tenía lo eterno. Su voz en medio del naufragio fue más poderosa que cualquier lujo.
Hoy, Dios te invita a revisar tu barco. ¿Está construido sobre lo eterno… o sobre lo pasajero? Porque cuando llegue la tormenta, solo Cristo permanece.
✅ Aplicación diaria
- Ora con humildad: “Señor, no quiero construir mi vida sin Ti. Sé mi fundamento eterno.”
- Revisa tu seguridad: ¿En qué confías más: en tus logros o en tu fe?
- Lee 1 Juan 2: medita en lo que permanece y lo que se desvanece.
- Haz un acto de fe: comparte hoy una palabra de esperanza con alguien que esté en crisis.
- Evalúa tu barco: ¿Tu vida está lista para enfrentar lo inesperado con Cristo como capitán?
Ps. Eudomar Rivera
