📅 Mensaje del Día – 6 de septiembre de 2025
Tema: El joven rico… y la decisión que lo alejó del Reino 💰🚪
💬 Introducción
Hay momentos en la vida donde Dios nos llama a dar un paso radical. A soltar lo que nos ata. A elegir lo eterno por encima de lo cómodo.
Pero no todos están dispuestos. Algunos se acercan a Jesús… pero se alejan cuando descubren lo que cuesta seguirlo.
🪷 Historia ilustrativa
Un joven se acercó a Jesús con sinceridad. Era rico, respetado, cumplidor de la ley. Le preguntó: “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?”.
Jesús lo miró con amor y le dijo: “Vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres, y ven, sígueme”.
El joven bajó la cabeza. No respondió. No discutió. Solo se fue… triste. Porque tenía muchas riquezas.
No fue una discusión teológica. Fue una confrontación del corazón. Jesús no le pidió algo simbólico. Le pidió lo que más lo ataba.
Ese joven no era malo. Era sincero. Pero no estaba listo para soltar. Y por eso, aunque estuvo frente al Salvador… se alejó del Reino.
Su historia no tiene final feliz. No sabemos si volvió. Solo sabemos que se fue… con el alma llena de bienes, pero vacía de Dios.
📖 Versículos para meditar
Marcos 10:21–22 (NVI):
“Jesús lo miró con amor y añadió: ‘Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.’ Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste, porque tenía muchas riquezas.”
Mateo 6:24 (NVI):
“Nadie puede servir a dos señores… No se puede servir a Dios y a las riquezas.”
🔍 Reflexión
Esta historia no es solo sobre dinero. Es sobre lo que nos impide seguir a Jesús con todo el corazón.
El joven rico tenía fe, tenía moral, tenía respeto… pero no tenía libertad. Su corazón estaba dividido.
Jesús lo miró con amor, no con juicio. Le ofreció una vida nueva, pero él eligió lo conocido.
¿Cuántas veces nos pasa igual? Queremos seguir a Cristo, pero hay algo que no soltamos: una relación, un hábito, una ambición, una comodidad.
Y como el joven, nos vamos tristes. No porque Dios nos rechace, sino porque no estamos listos para rendirlo todo.
Mateo 6:24 nos recuerda que no podemos servir a dos señores. El Reino exige exclusividad. No porque Dios sea celoso de forma egoísta, sino porque sabe que el corazón dividido nunca será pleno.
El joven rico tenía todo… menos lo eterno. Y lo eterno estaba a un paso de distancia. Solo tenía que soltar.
Hoy, Jesús te mira con amor. No con condena. Y te dice: “Una cosa te falta… ven y sígueme”.
¿Cuál es esa cosa en tu vida? ¿Qué te está impidiendo dar el paso? Porque el Reino no se hereda por cercanía… se conquista por decisión.
✅ Aplicación diaria
- Haz una oración valiente: “Señor, muéstrame lo que debo soltar para seguirte de verdad.”
- Lee Marcos 10: medita en la mirada de amor de Jesús y en la respuesta del joven.
- Identifica tu obstáculo: escribe qué cosa te cuesta entregar a Dios.
- Haz un acto de rendición: toma una decisión concreta que refleje tu entrega (tiempo, perdón, generosidad).
- Comparte tu proceso: habla con alguien de confianza sobre lo que estás soltando para seguir a Cristo.
Ps. Eudomar Rivera