📅 Mensaje del Día – 7 de septiembre de 2025
Tema: El regreso que lo cambió todo 🛣️💔👑
💬 Introducción
A veces, para encontrar lo eterno, hay que perder lo temporal. Hay que tocar fondo para mirar hacia arriba.
El Reino de Dios no se conquista con orgullo, sino con regreso. Y no hay historia más humana que la del hijo que se fue… y volvió.
🪷 Historia ilustrativa
Un joven pidió su herencia antes de tiempo. No quería esperar, no quería obedecer. Quería vivir “su vida”.
Se fue lejos, a una ciudad donde nadie lo conocía. Allí gastó todo: dinero, tiempo, dignidad. Fiestas, placeres, promesas vacías.
Cuando el dinero se acabó, también se acabaron los amigos. Terminó trabajando en lo más bajo: alimentando cerdos.
Y un día, mientras miraba la comida de los animales, pensó: “¿Qué estoy haciendo aquí? En casa de mi padre, hasta los sirvientes viven mejor”.
Decidió volver. No como hijo, sino como siervo. Preparó su discurso: “Padre, he pecado… ya no merezco ser llamado tu hijo”.
Pero cuando aún estaba lejos, su padre lo vio. Corrió hacia él. Lo abrazó. No lo dejó terminar su discurso.
Mandó traer ropa nueva, un anillo, sandalias. Hizo una fiesta. Porque su hijo… había vuelto.
Ese joven no tiene nombre en la parábola. Porque puede ser cualquiera de nosotros. Puede ser tú. Puede ser yo.
Todos hemos tenido momentos donde nos alejamos. Pero el Reino siempre está abierto… para el que decide regresar.
📖 Versículos para meditar
Lucas 15:20 (NVI):
“Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se llenó de compasión; corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.”
Isaías 55:7 (NVI):
“Que el malvado deje su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar.”
🔍 Reflexión
El hijo pródigo no volvió por religión. Volvió por hambre, por dolor, por vacío. Y eso es lo hermoso del Reino: no exige perfección, exige sinceridad.
El padre no lo esperaba con reproches, sino con compasión. No le pidió explicaciones, le ofreció restauración.
Lucas 15 nos muestra el corazón de Dios: un Padre que corre hacia el que regresa. Que no espera que el hijo se limpie… sino que lo limpia con su abrazo.
Isaías 55 confirma esta verdad: Dios es generoso para perdonar. No guarda rencor, guarda esperanza.
Espiritualmente, muchos viven lejos. No físicamente, sino emocionalmente. Siguen en casa, pero con el corazón en otro país.
Hoy, Dios te llama a volver. No importa cuán lejos hayas ido. No importa cuán bajo hayas caído. El Reino no se cierra… se abre cuando decides regresar.
Y cuando lo haces, no vuelves como siervo. Vuelves como hijo. Porque en Cristo, el regreso no es derrota… es victoria.
✅ Aplicación diaria
- Haz una oración de regreso: “Padre, he estado lejos… pero hoy vuelvo a Ti.”
- Lee Lucas 15: medita en cada gesto del padre hacia su hijo.
- Escribe tu historia: ¿Cuál ha sido tu momento pródigo? ¿Qué te hizo volver?
- Haz un acto de reconciliación: busca a alguien con quien necesitas restaurar relación.
- Comparte esperanza: dile a alguien que no importa cuán lejos esté… Dios lo espera con los brazos abiertos.
Ps. Eudomar Rivera
