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📅 Mensaje del Día – 23 de septiembre de 2025
Tema: Todos estamos llamados por Dios 📣✨
Hoy oro para que escuches claramente la voz de Dios llamándote por tu nombre, recordándote que tu vida no es casualidad, sino parte de un plan eterno.
Oro en el nombre de Jesús. Amén.
💬 Introducción
Muchas veces pensamos que el llamado de Dios es solo para pastores, misioneros o líderes visibles.
Pero la verdad es que Dios llama a todos sus hijos.
A veces llama a través de una convicción interna, otras a través de una necesidad frente a nosotros, y otras con una palabra clara de la Biblia.
Su voz no siempre retumba como trueno; a menudo se parece más a un susurro que toca el corazón.
🪷 Historia central (bíblica)
Samuel era solo un niño cuando escuchó la voz de Dios por primera vez (1 Samuel 3).
Tres veces se levantó en la noche pensando que era Elí quien lo llamaba.
Finalmente, Elí entendió que era el Señor quien hablaba, y le enseñó la respuesta correcta:
“Habla, Señor, que tu siervo escucha.”
Esa noche cambió para siempre la vida de Samuel, que con el tiempo se convirtió en profeta y juez en Israel.
La enseñanza es clara: no importa la edad, la posición o la preparación; Dios llama a quien Él quiere, cuando Él quiere.
Y lo que empieza con una respuesta sencilla puede transformarse en un camino de propósito eterno.
📖 Versículos para meditar
Isaías 43:1 (NVI):
“No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío.”
Romanos 8:28 (NVI):
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados según su propósito.”
🔍 Análisis
El llamado de Dios no es un privilegio para unos pocos, sino una verdad universal para todo creyente.
Veamos cuatro claves que nos muestran su alcance:
1. Dios llama personalmente. Isaías 43:1 nos recuerda que Él nos conoce por nombre.
No eres un número ni una estadística, eres un hijo amado al que Él ha redimido.
Eso significa que tu vida tiene identidad y pertenencia en Cristo.
2. El llamado siempre tiene propósito. Romanos 8:28 afirma que somos llamados “según su propósito”.
Aunque no veas todos los detalles, tu historia se entrelaza en un plan mayor que busca tu bien y la gloria de Dios.
3. El llamado ocurre en lo cotidiano. Samuel no estaba en un templo majestuoso, estaba acostado en el santuario.
Así también, Dios puede interrumpir lo común —una conversación, un silencio, un momento de oración— para hablarnos directamente.
4. Responder al llamado transforma. La vida de Samuel cambió con una simple frase: “Habla, Señor, que tu siervo escucha.”
Cada vez que respondemos al llamado de Dios, aunque parezca pequeño, algo eterno comienza a formarse en nosotros.
✅ Aplicación diaria
- Tómate 5 minutos en silencio hoy para decir: “Habla, Señor, que tu siervo escucha.”
- Escribe una situación en la que sientes que Dios te está empujando a actuar.
- Recuerda Isaías 43:1: repite tu nombre junto con las palabras “yo soy tuyo”.
- Haz una acción sencilla de obediencia hoy (una llamada, un servicio, una oración por alguien).
- Si dudas de tu propósito, conversa con un consejero espiritual o alguien de fe que te ayude a discernirlo.
Ps. Eudomar Rivera
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