21 de octubre de 2025 — Vuelve a tu primer amor ❤️🔥
Le pido a Dios que hoy encienda de nuevo el fuego en tu corazón y te devuelva la pasión de tus primeros días con Él.
Con el tiempo, incluso el corazón más sincero puede enfriarse. La rutina, las cargas y las distracciones de la vida comienzan a apagar el fuego que un día ardía con fuerza. Donde antes había lágrimas al orar, ahora hay silencio. Donde antes había gozo al servir, ahora hay cansancio. Y casi sin darnos cuenta, seguimos haciendo cosas para Dios, pero ya no caminamos con Dios.
El amor inicial que nos impulsaba a buscar su presencia puede desvanecerse si lo reemplazamos con la costumbre. No se trata de haber abandonado la fe, sino de haber perdido la emoción de amar al Señor sobre todas las cosas. Esa pasión que nos hacía levantarnos temprano para orar o cantar sin vergüenza se apaga lentamente cuando el alma se llena de ruido.
Dios no te acusa por eso. Pero sí te llama. Su voz hoy te invita, con ternura y firmeza: *“Vuelve a tu primer amor”*. No a una emoción pasajera, sino a una relación viva donde Jesús vuelva a ser el centro, no el accesorio.
Historia
Conocí a una mujer que servía fielmente en su iglesia. Siempre estaba en cada actividad, cada reunión, cada evento. Pero un día, mientras hablábamos, me dijo con lágrimas en los ojos: “Siento que hago todo para Dios, pero no lo siento cerca”. Le pregunté cuándo fue la última vez que oró sin mirar el reloj, o que adoró sin pensar en su lista de pendientes. Se quedó en silencio. Después de unos segundos, dijo: “Hace mucho”.
Esa conversación la marcó. Decidió volver a empezar: apartó una hora cada madrugada para estar a solas con Dios. Al principio fue difícil; no sabía ni qué decir. Pero día tras día, su corazón comenzó a encenderse de nuevo. Volvió a llorar en la presencia del Señor, volvió a cantar sin música, y lo más importante, volvió a sentir gozo. No porque algo cambió afuera, sino porque algo revivió adentro.
Versículos a meditar
“Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. Recuerda de dónde has caído; arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio.” (Apocalipsis 2:4-5, NVI)
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.” (Santiago 4:8, NVI)
REFLEXIÓN
Jesús no habló a una iglesia muerta, sino a una activa. La iglesia de Éfeso servía, trabajaba y perseveraba, pero había perdido su fuego interior. Eso nos enseña que se puede estar ocupado en la obra de Dios y al mismo tiempo estar lejos de su corazón. Dios no busca solo servidores; busca enamorados. Él quiere volver a ser el motivo, no solo la rutina.
El primer amor no es una etapa emocional del creyente, es una postura del alma: la de quien se asombra cada día ante la gracia. Es recordar por qué comenzamos, quién nos salvó, y cuánto costó esa cruz. El amor verdadero a Dios se renueva cuando recordamos lo que Él hizo por nosotros y decidimos responder con gratitud, no con costumbre.
Volver al primer amor no significa volver al pasado, sino recuperar la prioridad. Es poner a Cristo otra vez en el centro de cada pensamiento, de cada decisión, de cada deseo. Cuando lo hacemos, el alma se vuelve ligera, la oración vuelve a tener sentido y el servicio se llena de gozo otra vez.
Hoy, el llamado del Señor no es de condena, sino de regreso. No importa cuánto tiempo hayas estado distante. El fuego que una vez ardió puede volver a encenderse. Si lo buscas, lo hallarás. Y cuando vuelvas a su presencia, sabrás que nada de lo que perdiste se compara con lo que Él puede restaurar.
Aplicación diaria
- Haz una pausa hoy. Apaga todo ruido y pasa al menos 10 minutos en silencio delante de Dios. Sin pedir nada, solo para estar con Él.
- Recuerda cómo eras cuando recién conociste a Cristo: ¿qué cosas hacías con gozo? Escríbelas y empieza a practicarlas de nuevo.
- Ora con sinceridad: “Señor, reaviva el fuego que una vez pusiste en mí. No quiero servirte por costumbre, sino por amor”.
- Busca un espacio para adorar sin distracciones. Canta, llora o guarda silencio, pero hazlo con todo el corazón.
- Comparte este mensaje con alguien que sientas que también necesita volver a su primer amor. A veces, el regreso comienza con una palabra.
Ps. Eudomar Rivera
